En medio de un estallido social que había convocado a las multitudes a salir a la calle a exigir dignidad y respeto, surge un estado de confinamiento por pandemia mundial.
Entonces estábamos creando Huemul, una exploración interdisciplinaria escénico-audiovisual para ser ejecutada en vivo y en directo por streaming.
El conflicto social nos estaba picoteando los pies y nos provocaba a posicionarnos, instalarnos en lo público con una opinión e interpretación. Huemul iba a ser una pieza de resistencia que subvierte las lógicas normativas de la fuerza y la violencia, reivindica las estrategias de la huida y el camuflaje. Sería una apertura del foro interno, las preguntas, los miedos, las contradicciones, la crónica del adentro, fragmentos del espacio íntimo de una pareja, una coreografía al interior de un departamento, microcircuitos de prácticas estéticas desplazadas hacia lo cotidiano.
Las cosas están cambiando y en Huemul asistiríamos a la mutación, a la creatividad del encierro y a la metamorfosis del confinamiento.
Lamentablemente Huemul quedó inconcluso por motivos de salud, la precariedad laboral de nuestros procesos creativos, la extensa pandemia y sus restricciones, más adelante la mudanza hacia otros territorios. Tres años después retomamos los registros de ensayos y los reinterpretamos en un montaje audiovisual que opera como una propuesta de insistencia.
Huemul, próximamente.
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