Hoy 9 de noviembre se cumple un año desde el estreno del Unipersonal e Intransferible.
Ha sido un año incesante para la lucha de Ana Soto, que sin bajarse del sillón ha realizado dos temporadas, recorrido cinco regiones, doce espacios diferentes, cinco festivales, veintiocho presentaciones e incluso visitó la capital trasandina.
En principio fue vital para el desarrollo de la propuesta la residencia y producción de Espacio Ceat. En el transcurso del año nos fuimos encontrando con realidades similares del sur al norte de nuestro país, emergen preguntas y comentarios sobre la realidad en Chuquicamata, se relaciona con otros territorios sobre explotados, donde el extractivismo rige la lógica de cómo relacionarse, el monocultivo, salmoneras, mineras, zonas de sacrificio, sindicalistas suicidados, expulsiones y diferentes luchas se han compartido después de cada presentación.
La lógica de mercado se cuela incluso en las propias luchas y resistencias, el circuito artístico es evidencia de ello. Hemos optado por participar de todas las instancias que nos inviten, conectar y conversar ahí donde quieran escucharnos, compartir. Las contradicciones y autocrítica es parte de nuestro trabajo y como dice Harun Farocki "una crítica de las imágenes no puede prescindir ni del uso, ni de la práctica ni de la producción de imágenes críticas".
Porque la lucha de Ana Soto continúa, tenemos #unipersonaleintransferible para rato. Un año más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario